Una sesión test para modelos es un paso más que una polaroid. Es una sesión realizada por un fotógrafo con un mínimo maquillaje y estilismo que tiene que cumplir tres objetivos:

Naturalidad: Una mirada natural con una actitud natural. Fotografías con un mínimo retoque y procesado.

Personalidad: Al contrario que una polaroid, la modelo puede dejar fluir su personalidad y actitud de una forma más fuerte, mostrando sus habilidades de actuación y pose.

Iluminación: Se puede jugar con la iluminación pero hasta un límite.

El objetivo es el mismo, mostrar la naturalidad de la modelo en una fotografía que no esté recargada, que la ropa permita ver el cuerpo y permita las poses de las modelos, maquillaje y estilismos naturales, y un retoque mínimo. Muchas veces estas fotos pueden ir perfectamente a un book, sobre todo al comienzo de la carrera de una modelo.